UNIDAD 2: NECESIDADES ESPECIALES DE COMUNICACIÓN
Índice:
1. Introducción.
2. Necesidades especiales de comunicación: definición y funciones afectadas.
3. Causas y clasificación de las necesidades de comunicación.
4. Trastornos en la fase de recepción.
5. Trastornos en la fase de emisión.
6. Trastornos en la comprensión y la expresión.
7. Estrategias de intervención.
Anexo I: Ejercicios de la Unidad.
1. Introducción
Comunicarse es algo necesario en el día a día.
La mayoría de las personas se comunican de manera oral o escrita en la lengua que se usa en el entorno en el que viven; pero hay muchas personas que tienen problemas a la hora de comunicarse. En general son personas que presentan alguna patología cuya consecuencia es una necesidad especial de comunicación.
Son muchas las patologías que pueden conllevar estas necesidades especiales de comunicación. Para enfrentarse a ellas es necesario adquirir una serie de pautas que serán muy útiles a la hora de comunicarse y satisfacer las necesidades y demandas que tengan los usuarios con los que se va a trabajar.
Patología es sinónimo de enfermedad. Una patología o enfermedad puede dar lugar a una discapacidad o no. Por ejemplo, una gripe no conlleva una discapacidad, pero el síndrome de Usher, que es una patología, conlleva discapacidad, ya que las secuelas son la sordera y la ceguera.
2. Necesidades especiales de comunicación: definición y funciones afectadas.
Son muchas las estructuras anatómicas y los procesos fisiológicos que participan en la comunicación; una malformación, una lesión, una disfunción, etc. de cualquiera de ellos causará un trastorno en el lenguaje, y por lo tanto en la comunicación. Esto implica desde afecciones leves y temporales, hasta afecciones graves que pueden alterar la forma de vida de la persona que la sufre.
¿Qué entendemos por necesidades especiales de comunicación?: Definición: Déficit o dificultades que afectan al área de la comunicación, siendo necesaria la intervención para desarrollar o recuperar la capacidad de comunicación colaborando así a una mejor calidad de vida
¿Qué funciones están afectadas? Hay tres fases básicas de la comunicación que pueden verse afectadas:
§ Recepción del mensaje: trastornos sensoriales (audición y visión) que impiden o dificultan la recepción del mensaje.
§ Emisión del mensaje: trastornos en el habla que impiden o dificultan la emisión oral del mensaje.
§ Descodificación y/o codificación del mensaje: trastornos neuronales. Dentro de ellos diferenciamos:
* Trastornos específicos del lenguaje, cuyo síntoma principal es la alteración de la comprensión y/o expresión.
* Trastornos sistémicos, que afectan a todo el organismo y que presentan las alteraciones de la comprensión y/o expresión como uno de sus síntomas.
¿Cuánto durará el trastorno? La intervención se planteará de diferente forma, según el trastorno sea:
§ Trastorno temporal: que se produce por una lesión o una patología y que desaparecen cuando la causa que los provoca se resuelve. Por ejemplo una persona que se ha roto la mandíbula tendrá dificultades para hablar, pero volverá a su situación anteriror.
§ Trastorno definitivo: que se va a mantener durante toda la vida de la persona. En estos casos es necesario buscar un sistema de comunicación que permita a la persona conseguir el grado más alto posible de autonomía y capacidad de interrelación con su entorno.
3. Causas y clasificación de las necesidades de comunicación
¿Cuándo se ha producido el trastorno? Como clasificación básica podemos distinguir entre:
§ Hereditarias. Se transmiten por la herencia. Ejemplo: sordera hereditaria.
§ Congénitas. Son anormalidades o trastornos presentes desde el nacimiento, como resultado de una embriogénesis defectuosa.
§ Perinatales. Se dan en el momento o en los alrededores del nacimiento. Ejemplo anoxias (falta de oxigeno del bebé) que tienen lugar durante el parto.
§ Postnatales. Se producen después del nacimiento.
¿Cuáles son las causas del trastorno? Hay muchas causas que pueden ocasionar trastornos en el lenguaje.
§ Causas orgánicas ® Hay alguna lesión en cualquiera de los sistemas u órganos que intervienen en la expresión y producción del lenguaje.
§ Causas de tipo funcional ® Son debidas a un funcionamiento patológico de los órganos que intervienen en la emisión. Ejemplo: una disfonía provocada por un mal uso de las cuerdas vocales.
§ Causas endocrinas ® Afectan fundamentalmente al desarrollo psicomotor pero también pueden afectar al desarrollo afectivo, al lenguaje y a la personalidad.
§ Causas ambientales ® Hacen referencia al entorno familiar, social, cultural y natural y a la manera en que influyen en el desarrollo de la persona.
§ Causas psicosomáticas ® Los problemas emocionales en la infancia puede producir problemas tanto en el comportamiento como en el lenguaje. Las interacciones socio-afectivas son muy importantes para el desarrollo del lenguaje en edades tempranas, ya que las interacciones anómalas predisponen a trastornos psicológicos y también lingüísticos. En estos casos es básica la detección precoz de trastornos, la identificación de sus causas y la intervención.
La clasificación general de las necesidades especiales de comunicación la resumimos en la siguiente tabla:
Fase de la comunicación afectada | Tipos de trastornos | ||
Recepción (sensoriales) | Auditivos | Visuales | Sordoceguera |
Emisión (habla) | Trastornos de la voz | Alteraciones en la fluidez | Patologías en la articulación |
Comprensión y/o Expresión | Trastornos específicos del lenguaje | Trastornos sistémicos | |
En los siguientes epígrafes vamos a profundizar en cada uno de estos tipos de trastornos de la comunicación.
4. Trastornos en la fase de recepción (sensoriales)
Los sentidos de la vista y el oído tienen una importancia especial para el ser humano, porque contribuyen además de a la percepción, a la organización de la realidad en la mente. Son los sentidos fundamentales en la estructuración del pensamiento.
Trastornos Auditivos
Las deficiencias auditivas o hipoacusias son las disfunciones o alteraciones cuantitativas en una correcta percepción auditiva.
Audición y desarrollo del lenguaje están íntimamente unidos, ya que la audición es la vía habitual del lenguaje, y no se debe olvidar que a través del lenguaje las personas aprenden, se comunican y estructuran su pensamiento.
Una hipoacusia en la infancia tiene efectos múltiples que afectan no sólo al plano sensorial, sino también al cognitivo, afectivo, etc. En cambio se la hipoacusia aparece cuando el lenguaje ya está adquirido la situación es distinta, ya que se mantendrá el lenguaje interno gracias a la maduración y tendrá un mejor pronóstico.
En función del grado de pérdida auditiva, las hipoacusias se clasifican en:
* Hipoacusia leve o ligera: la pérdida es inferior a 40 dB. No comporta alteraciones significativas en el lenguaje, ni en la vida social de la persona.
* Hipoacusia moderada o media: la pérdida está entre 40 y 70 dB. No se percibe la palabra, salvo que se emita con una fuerte intensidad. Es necesario el apoyo de la lectura labial y de audífonos.
* Hipoacusia severa: la pérdida está entre 70 y 90 dB. La persona afectada percibe algunos sonidos, pero no puede adquirir el lenguaje espontáneo. No oye la propia voz. Se utiliza la lectura labial, audífonos y el apoyo logopédico para alcanzar un desarrollo del lenguaje.
* Hipoacusia profunda: pérdida superior a 90 dB. Cuando es bilateral (afecta a los dos oidos) y se produce antes de la adquisición del lenguaje, se suele acompañar de mudez del niño si éste no recibe apoyo logopédico. La pérdida total de la audición recibe el nombre de cofosis; en esta situación el lenguaje no se puede adquirir por vía oral, pero si visual.
Trastornos visuales
La deficiencia visual se puede definir como una alteración permanente en los ojos, en las vías de conducción del impulso visual o en la corteza cerebral, alteración que produce una disminución patente en la capacidad de visión.
La vista permite a las personas conocer un sinfín de cualidades de la realidad. Es evidente, pues, que la carencia o disminución de la visión provoca que la representación de la realidad sea diferente. Para conocer el mundo, las personas invidentes tienen que potenciar otros canales sensoriales, principalmente el oído y el tacto.
Los factores más importantes a tener en cuenta serán el momento de la aparición y el grado de pérdida visual. Según éste último las deficiencias visuales pueden ser:
* Ceguera total: es la inexistencia absoluta de visión. La ONCE considera ciega total a las personas que conservan menos de un 10% de residuo visual.
* Ceguera parcial: La padecen personas que tienen residuos visuales entre un 10% y un 20%. Les permiten la orientación a la luz y la percepción de masas, aunque no bien definidas. Esto les facilita la deambulación autónoma y un cierto conocimiento del mundo exterior. Pero la visión de cerca es insuficiente para actividades escolares y laborales.
* Hipovisión profunda: el residuo visual está entre el 20% y el 30%. Perciben los colores y los volúmenes están mejor definidos. Requieren adaptaciones para adquirir una velocidad funcional. Pueden leer grandes titulares, esquemas, caracteres en mayúscula, etc.
* Debilidad visual: el residuo visual es superior al 30%. Permite la escolarización pero con adapataciones; ej, tinta especial, mayor separación entre caracteres, etc.
Sordoceguera
Es una discapacidad que se caracteriza por la existencia simultánea de una deficiencia auditiva y una deficiencia visual. Esta doble deficiencia dificulta enormemente la capacidad comunicativa de la persona que la padece.
Generalmente, las deficiencias del oído y de la vista son parciales, aunque se considera que entre un 5% y un 10% de las personas sordociegas presentan una carencia absoluta de la percepción.
Las deficiencias visual y auditiva se traducen en una serie de limitaciones para captar el mundo y tener conocimiento de él. De esta manera, la realidad queda restringida al alcance que permitan los demás sentidos, y por supuesto va a condicionar la interacción de estas personas con el entorno.
La intervención se va a basar en la utilización intensiva de los restos visuales y auditivos que queden. En casos profundos va a ser esencial el sentido del tacto, que actuará como principal mecanismo de comunicación.
5. Trastornos en la fase de emisión (habla)
El habla puede verse afectada por distintas situaciones. Distinguiremos entre: trastornos de la voz, alteraciones de la fluidez y patologías de la articulación del habla.
Trastornos de la voz
La voz, vehículo de la comunicación simbólica, es fruto de la coordinación de las diversas estructuras del cuerpo humano. Cuando alguna de ellas no cumple su función de una manera equilibrada y correcta, aparecen alteraciones de la voz.
El trastorno de voz más significativo es la disfonía: Es la alteración de una o más de las características acústicas de la voz (timbre, tono e intensidad), que inciden en el volumen, el timbre y la modulación.
La afonía es la pérdida total de la voz provocada por diversos factores. Es la alteración máxima de la disfonía que afectan a todas las características acústicas de la voz.
Los trastornos en la voz pueden ser de carácter temporal o permanente y se pueden diferenciar, según sea su causa, entre:
— Disfonías orgánicas: la alteración de la voz viene producida por una lesión anatómica en los órganos de la fonación.
— Disfonías funcionales: es la alteración de la voz sin lesión anatómica en los órganos fonatorios. Son las más frecuentes (65% o 75% del total).
— Disfonías psicógenas: en estos casos la alteración de la voz es producida por un trastorno psicológico.
— Disfonías traumáticas: están provocadas por traumatismos externos o internos.
— Disfonías audiógenas: en este caso la alteración de la voz se produce como consecuencia de un déficit auditivo.
Alteraciones en la fluidez
Engloba todas aquellas alteraciones cuyo problema radica en la fluidez del habla, caracterizadas por repeticiones o prolongaciones involuntarias muy frecuentes, que a veces van acompañadas de movimientos que pueden estar o no relacionados con el habla. A pesar de que esta alteración resulta de una incoordinación fono-respiratoria, su causa última es desconocida y compleja.
Aunque a veces es difícil de diferenciarlas, se pueden distinguir:
Ø Disfemia
Se trata de un trastorno de la fluidez del habla que se manifiesta por una interrupción del ritmo de la expresión verbal de forma más o menos brusca. Es un problema que no afecta sólo al lenguaje, por eso se la considera un síndrome, con el siguiente conjunto de alteraciones:
- Problemas o alteraciones a nivel lingüístico.
- Alteraciones psicológicas que despiertan un terrible miedo a hablar o logofobia.
- Alteraciones o rasgos motores que provocan movimientos de la cara y el cuerpo. Estas alteraciones son conocidas con el nombre de balbismo.
Ø Tartamudez
Aunque se utiliza como sinónimo de la anterior, en este caso las alteraciones son exclusivamente lingüísticas. Desde este enfoque se dice que todas las personas son tartamudas porque todas, en alguna ocasión, hacen repeticiones, bloqueos, etc., sin embargo, no por ello son disfémicas, ya que cuando el fenómeno se manifiesta no reaccionan de manera negativa.
Ø Farfulleo
Se trata de una alteración del lenguaje caracterizada por una rapidez excesiva que afecta a la inteligibilidad.
Ø Taquilalia
Es hablar deprisa
Ø Taquifemia
También es hablar deprisa, pero en este caso esta manera rápida de hablar se convierte en una alteración para la personas.
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Patologías en la articulación del habla
En este grupo se engloban las alteraciones de los mecanismos articulatorios del habla. Lo componen aquel tipo de patologías orgánicas o funcionales que anulan, dificultan o entorpecen la normal articulación del lenguaje.
Dislalias
Consiste en una serie de defectos en la articulación de un fonema o de la combinación de determinados fonemas, lo cual se debe a que la persona no consigue mover de forma adecuada los órganos bucofonatorios para la articulación correcta, sea por causas funcionales u orgánicas (malformaciones dentarias, lengua demasiado grande, etc.).
Ø Rinolalias
Es un trastorno en la pronunciación caracterizado por una alteración en el timbre de la voz, como consecuencia de una perturbación del equilibrio entre las resonancias nasal y bucal. Es un habla gangosa que podría considerarse como una disglosia producida por una alteración de las fosas nasales y/o del velo del paladar.
Ø Disglosia
Constituye un trastorno de la expresión del habla debida a alteraciones anatómicas de los órganos bucofonatorios. Estas alteraciones anatómicas pueden ser congénitas (labio leporino y paladar hendido) o adquiridas (operaciones o accidentes).
Ø Disartria
Es un trastorno en la articulación del lenguaje debido a alteraciones del control muscular de los mecanismos del habla por una lesión en el sistema nervioso central (en el córtex motor, en las vías nerviosas o a causas de enfermedades nerviosas degenerativas). La forma más acentuada de la disartria es la anartria, caracterizada por la ausencia de habla.
La disartria se considera el síntoma oral de la parálisis cerebral infantil, ya que está condicionada por una lesión de los centros motores del encéfalo y se manifiesta por una pérdida de control motor, lo cual se traduce en trastornos del tono y del movimiento. En las personas que padecen disartria se hace evidente la insuficiente innervación de los órganos que intervienen en la emisión del habla; por tanto, existen daños en el componente sonoro del lenguaje acompañado de alteraciones del ritmo, entonación y expresividad.
Ø Retraso del habla
Se caracteriza porque el niño/a presentan un retraso en la producción de los fonemas esperables para su edad, o bien mantienen errores fonológicos típicos de edades más tempranas.
Los niños/as que tienen este trastorno empiezan a hablar más tarde y la evolución de su aprendizaje es más lenta. No presenta retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo, déficit auditivo ni tampoco trastornos neurológicos. Los niños/as con retraso del habla repiten bien los fonemas y aspectos como el vocabulario o la morfosintaxis no están afectadas.
La alteración se produce en el nivel perceptivo y organizativo; en general son capaces de pronunciar sonidos aislados y grupos de sonidos, pero tienen dificultades en el momento de ordenarlos y diferenciarlos dentro de las palabras. La compresión y la actividad no lingüística son prácticamente normales para su edad. De hecho, con ayuda logopédica pueden alcanzar un nivel lingüístico normal.
6. Trastornos en la comprensión y la expresión
Todos aquellos trastornos que no son específicos de la recepción o de la emisión de mensajes sino que se producen a nivel de la compresión y expresión. Normalmente se corresponden con alguna lesión, disfunción o patología del sistema nervioso, aunque algunos casos concretos pueden ser de origen psicosomático.
El trastorno neuronal puede localizarse en el área de codificación del cerebro, la de decodificación, áreas donde residen funciones como el análisis, la síntesis, la abstracción o la simbolización o áreas motoras (en este caso, dificulta los movimientos necesarios para el habla).
Podemos diferenciar dos tipos principales: trastornos específicos del lenguaje y trastornos sistémicos.
Trastornos específicos del lenguaje
Aquellas patologías cuyo síntoma básico es la incapacidad de comprender el lenguaje y emplearlo para expresarse.
Podemos distinguir:
- Patologías del lenguaje debidas a lesiones cerebrales.
- Patologías del lenguaje de origen desconocido.
- Trastornos del aprendizaje.
Patologías del lenguaje debidas a lesiones cerebrales
Ø Afasia
Es un trastorno del lenguaje adquirido debido a una lesión cerebral. Los síntomas se relacionan con la zona del cerebro afectada por la lesión.
Las causas que pueden provocar un afasia son: accidentes cerebro – vasculares, trastornos craneoencefálicos, tumores, infecciones y demencias. Las lesiones resultantes pueden afectar a:
- La capacidad para codificar y/o descodificar el mensaje verbal.
- Las capacidades que inciden en la formación del lenguaje interior( como el análisis, la síntesis, la abstracción y la simbolización)
- Las funciones asociadas al pensamiento y la inteligencia.
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Patologías del lenguaje de origen desconocido
Ø Disfasias
Son situaciones que presentan un trastorno severo del lenguaje, tanto en el nivel de la compresión como en el de procesamiento y uso del lenguaje. Se diagnostican en la niñez y probablemente son de naturaleza congénita, por lo que también se las denomina afasias congénitas o de desarrollo.
Las disfasias tienden a ocurrir sin que existan deficiencias auditivas, ni malformaciones de las estructuras orofaciales, ni insuficiencias de orden intelectual, ni de problemas emocionales significativos, ni tampoco de falta de oportunidades para el aprendizaje.
Ø Mutismo
Se produce la desaparición del lenguaje en un niño/a que ya lo había adquirido, sin que la causa se deba a una lesión cerebral u orgánica.
En ocasiones se encuentra la causa en factores ambientales y psicosomáticos.
Trastornos del aprendizaje
Los trastornos del aprendizaje implican un déficit en el propio aprendizaje y en la ejecución de la lectura, la expresión escrita y el cálculo. Las personas que los presentan suelen tener también trastornos en la comunicación y en las habilidades motrices, así como problemas emocionales e incluso trastornos psiquiátricos asociados.
Las causas de los trastornos del aprendizaje parecen estar relacionadas con la maduración lenta, la disfunción o la lesión de las áreas corticales relacionadas con estas funciones de procesamiento específicas. Sin embargo, no existe razón para afirmar que cada trastorno sea debido a un mecanismo patológico único.
Los factores que pueden alterar la evolución normal del lenguaje pueden ser orgánicos, genéticos, neurológicos, anatómicos y también psicológicos. La capacidad de la audición también desempeña un papel importante en la etiología de los trastornos de la comunicación.
Entre los principales trastornos del aprendizaje podemos encontrar:
Ø Dislexia
Es un trastorno caracterizado por una dificultada aumentada en el aprendizaje de la lectura que no obedece a deficiencias articulatorias, sensoriales, psíquicas ni intelectuales. A menudo se presentan acompañadas de trastornos en el aprendizaje de la escritura.
Se manifiesta con una lectura lenta, laboriosa y poco comprensible; la escritura aparece con correcciones, trastornos direccionales que revelan inseguridad gráfica, errores ortográficos y de puntuación, etc.
Ø Disgrafía
Es un trastorno funcional que afecta a la calidad de la escritura en el trazado o la grafía.
En estos casos, el nivel de escritura es significativamente inferior al esperado por la edad y curso escolar, y ello influye negativamente en los aprendizajes. Los problemas más frecuentes observados son: la inversión de sílabas, la omisión de letras, etc.
Ø Discalculia
Es un trastorno específico del desarrollo del cálculo aritmético en la infancia.
Suele aparecer asociado a otros trastornos como la dislexia o la disgrafía, así como a trastornos de atención y a problemas perceptivos. Los problemas observados en estos casos son, principalmente, la confusión de números y su inversión.
Ø Retraso del lenguaje
Es un trastorno específico del desarrollo en el que la compresión del lenguaje es inferior a la que correspondería por edad.
Trastornos sistémicos
Hay una serie de síndromes y de enfermedades degenerativas que afectan al lenguaje. Se trata de patologías relacionadas con trastornos neurológicos y que pueden afectar tanto los procesos de comprensión y expresión como, en algunos casos, el habla o la percepción.
Todos estos síndromes y enfermedades tienen connotaciones comunicativas específicas según la forma en que afecten a las personas.
Ø Retardo mental
En estos casos existe una discapacidad intelectual, que ocasiona trastornos en los procesos de clasificación, planificación, razonamiento, interpretación del pensamiento abstracto, aprendizajes, etc. Las personas con retardo mental presentan dificultades fonológicas, por un desarrollo incompleto de la adquisición de la palabra, y también en aspectos morfológicos y sintácticos del lenguaje.
La intervención con este colectivo pasa por el desarrollo de estrategias tendentes a desarrollar al máximo las aptitudes potenciales de cada persona, con la finalidad de que adquiera la mayor competencia social posible.
Ø Parálisis cerebral
Es un trastorno del sistema nervioso central que afecta, fundamentalmente, al área motora, ocasionando una pérdida o alteración del control motor. Suele presentar otros trastornos asociados: hipoacusia, estrabismo, dificultad de percepción, etc. La reeducación de los órganos que intervienen en la producción del habla requiere una intervención global y funcional.
Ø Autismo
Está clasificado como un trastorno generalizado del desarrollo y se manifiesta por alteraciones graves en las habilidades para la comunicación y para la interacción social. Se presentan dificultades en la adquisición y uso de un sistema lingüístico: problemas a la hora de adquirir las reglas fonológicas, sintácticas, morfológicas y semánticas, así como las pragmáticas. Para paliar tales dificultades, se están aplicando técnicas de modificación de conducta.
Ø Enfermedad de Parkinson
Es una enfermedad degenerativa de las neuronas, que presenta síntomas en el ámbito de la comunicación: disartria hipocinética (respiración limitada o desacompasada, falta de tono en los músculos laríngeos, problemas de articulación, etc.). La intervención es pluridisciplinar: tratamiento farmacológico, rehabilitación logopédica y fisioterapéutica, atención psicológica y, en algunos casos, intervención quirúrgica.
Ø Enfermedad de Alzheimer
Es un tipo de demencia en el cual se produce un envejecimiento prematuro del sistema nervioso central que afecta de forma global a las funciones cognitivas.
Ø Esclerosis múltiple
Se trata de enfermedades degenerativas, una del sistema nervioso central cuyos síntomas más representativos son la pérdida de fuerza y las alteraciones de la sensibilidad y de la coordinación de los movimientos y sentidos y la otra una degeneración progresiva de las motoneuronas, disminuyendo la capacidad motriz. Provocan disartria.
No existe un tratamiento curativo, aunque sí paliativo; un buen programa rehabilitador aporta beneficios tanto físicos (impide una mayor atrofia muscular, mantiene y mejora la movilidad, fortalece los músculos, dosifica las energías a la hora de moverse o hablar, etc.) como psicológicos.
7. Estrategias de intervención
Existen situaciones en las que las personas a las que se va a tratar no tienen desarrollado un sistema de comunicación.
En el tema de las necesidades especiales de comunicación, una estrategia de intervención es el conjunto de actuaciones que se va a seguir a la hora de tomar decisiones con respecto a la elección de un sistema de comunicación alternativo, así como su implantación, que estará condicionada por varios factores:
Ø Conocer el entorno espacio-temporal del que se parte.
Ø Definir los objetivos.
Ø Valorar los recursos con los que se cuenta.
Ø Identificar di las necesidades son individuales o grupales.
Ø Valorar si el problema de comunicación es algo temporal o permanente.
Ø Distinguir que tipo de trastorno presenta el usuario y como afecta a su forma de comunicarse.
Hay que buscar el posible uso de un sistema de comunicación. Si tras un análisis previo, se llega a la conclusión de que la persona no puede hacer uso de un sistema formalizado, se buscará un sistema alternativo creado para esa necesidad en concreto. Esto se hace a través de la creación de códigos no formalizados.
Una vez seleccionado este sistema de comunicación se procede al adiestramiento del usuario en el nuevo sistema. Es importante la implicación de la familia, los amigos, los compañeros de la vivienda y de los profesionales que vayan a trabajar con el usuario.
La generalización del sistema. Lo más importante es generalizar el sistema en la vida diaria del usuario. Para ello es necesario utilizar el sistema en todos los momentos en los que el usuario esté presente.
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